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Negociación de deudas

Si tenemos la suerte de trabajar en una Multinacional luego de pasar el periodo de prueba nos engancharán a termino indefinido con un salario más que aceptable, sentimos que el horizonte es nuestro por lo que después de algo de lápiz, para no quedarnos atrás de los subalternos que se mueven en el carro de papi, nos pareció fácil comprar nuevecito el carro chino solo parecido al Corvette de nuestros sueños en alguna letra de la marca y zas!!! llegó la reestructuración: nos quedamos sin trabajo, en un hueco se rompió la suspensión, se venció el soat y apenas habíamos pagado menos de la mitad de la mitad de las 60 cuotas iguales a las que nos comprometimos… nadie nos lo compra ni a precio de huevo… y se vienen todas juntas… incumplimos el arriendo, nos cortan el cable, la esposa devota se marcha con el niño y la mascota para donde la suegra, claro que antes nos arrima a una Comisaría de Familia para fijar la cuotita de alimentos que sabemos no podemos pagar… al final quedamos arrumados donde un amigo, y para completar comienza el acose de los cobradores del banco… como dicen por ahí, quedamos en “ …la inmunda…”

Luego de 500 hojas de vida, 300 entrevistas, 200 pruebas psicotécnicas, por fin alguien se convence de nuestras capacidades pero nos ofrece un temporal de 3 meses por la mitad de lo que devengábamos hace año y medio… pero es eso o nada… comenzamos con ahínco y más nos demoramos en aceptar que el banco en reaparecer por arte de magia cobrándonos las cuotas pendientes, los intereses corrientes, los de mora, las cuotas del seguro, el capital acelerado, los intereses de mora del capital acelerado, los gastos de cobranza y los infaltables honorarios de abogado… mejor dicho, un total que por poco alcanza el del Corvette ya olvidado, pero por ahora nos limitamos solo a pedir y pedir tiempo para que no nos embarguen si no nos echan.

Nuestras cosas mejoran y ya el contratico de 3 meses nos lo tornaron fijo a dos años y el sueldito que nos consignan en cuenta de ahorros del mismo banco casi es igual al de antes, con lo que comenzamos a divagar la idea de arreglar el chinito y ponerlo a piratear en el barrio para pagarle al banco de acuerdo con nuestro plan de pagos original haber si nos libera de los reporte negativos en las centrales de riesgo y reanudamos nuestra familia… solo una cosa nos inquieta, como llegaron en dos años a 50 millones por un préstamo de 25 de los que quedamos debiendo 15? y por más cuentas que hacemos y ajustamos apenas podríamos en dos años con la pignoración de cesantías a la empresa, quizá pagar la mitad de lo que habíamos quedado debiendo…

Es entonces cuando entendemos que solamente negociando nuestra deuda con el banco podremos liberarnos de esta, ¿pero como hacerlo, si nunca hemos negociado más allá del regateo de la plaza…?
Partamos de las simples definiciones académicas, para nuestro caso, una negociación no es más que un esfuerzo mediante el cual un deudor y su acreedor bancario resuelven un conflicto generado en la falta de pago de un producto financiero a fin de generar beneficios para sus intervinientes.

Antes de aventurarnos a ofrecer lo menos y terminar debiendo lo mismo, antes de entrar en refinanciaciones o quitas parciales sin más compromiso que la palabra del cobrador telefónico o de la asesora de ventanilla, antes de efectuar pagos que para nada disminuyen la obligación, hagamos un alto en el camino y consideremos siete reglas generales de mínimo contenido jurídico pero de máximo sentido común, practicidad diaria y básica psicología aplicada.

Oviedo
Nueve de mayo 11 - 5 izda
Oviedo
España

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